jueves, 17 de diciembre de 2009

Los origenes del cristianismo

El elemento en común que identifica a todos los cristianos es la figura, la vida y la obra de Jesús de Nazaret.
Jesús no escribió personalmente sus enseñanzas, sino que las transmitieron sus seguidores. Una decisión muy importante se produjo en las primeras comunidades cristianas de mediados del siglo I, cuando se permitió que se abriese el cristianismo hacia los grupos de no judíos, de manera que no se obligase a los cristianos al cumplimiento de las normas judías como la circuncisión, las reglas alimentarias o rituales. Por otra parte, muchos de los aspectos fundamentales de las creencias cristianas en la actualidad se sistematizaron en reuniones de las autoridades cristianas.

El cristianismo no hubiera tenido la relevancia y desarrollo al que ha llegado si no se hubiera convertido en religión oficial del imperio romano durante el siglo IV, por lo que también estuvo unido en cierta manera al mundo romano.

Los primeros siglos de la historia del cristianismo fueron, por tanto, fundamentales para poner las bases de lo que más de dos mil millones de personas creen actualmente. Los orígenes del cristianismo son claves para comprender el presente, una herencia y un patrimonio más explicable si se conoce su historia más antigua.

jueves, 12 de noviembre de 2009

religion romana

Los romanos entendían por religión la relación entre ciudadanos y dioses, en la cual los primeros buscaban el favor divino y trataban de mantener la paz con los dioses. El gran número de dioses y la cantidad ilimitada de seres divinos en la religión romana antigua respondía a la necesidad de reconocer la acción divina en lo más cercano y cotidiano y actuar en armonía con ella. Existía un tipo de divinidades especiales para cada tipo de actividad agrícola, la ganadería, los que cuidaban a los hombres de su nacimiento hasta su muerte, en el matrimonio,

Los romanos bautizaron a los dioses griegos con nombres que imponía el Imperio Romano. Así, Afrodita era Venus, Apolo era Febo, Ares era Marte o Poseidón era Neptuno.
Así la genealogía comenzó con el
Caos, desorden del que nacieron 2 hijos, la Noche y Erebo . De estos dos nació Amor que creó la Luz y el Día. Después la Tierra y el Cielo, Tellus/Gea y Urano. Tras un extenso árbol genealógico, se llega a Júpiter, que era el Dios Supremo, padre espiritual de los dioses y hombres.
Atlas, uno de los doce titanes, fue condenado a soportar sobre sus hombros el planeta Tierra por toda la eternidad como castigo por haber participado en la lucha de los gigantes contra Júpiter.
Saturno era otro de los Titanes. Devoraba a sus hijos según iban naciendo, sólo escapó Júpiter. Tellus (la Tierra) le había predicho que sería destronado por sus hijos, como así fue.